Comida vegana al aire libre

Reabre el Patio de los lecheros.

Los fines de semana de Abril se podrá disfrutar del clima casi primaveral que estamos viviendo, en la reapertura del Patio de los Lecheros. Ubicado en el límite entre Flores-Caballito, propone pasar una tarde al aire libre disfrutando de una oferta gastronómica variada, que incluye comida vegana.

Ubicado en Donato Alvarez y Bacacay, reabre sus puertas los Viernes a la tarde-noche y los Sábados durante todo el día. Ya en Febrero de este año se pudo disfrutar de buena comida y proyecciones de cine argentino. Hoy cuenta con media docena de foodtrucks dentro de los cuales podemos encontrar comida vegana y una reconocida cervecería. La idea es que a partir de Mayo permanezca abierto por lo menos cinco días a la semana, y que los puestos vayan variando.

Antiguamente era la estación del ferrocarril en donde, desde el interior del país, llegaba la leche que luego se distribuía en carros tirados por caballos. Fue así hasta el año 1961 en donde se prohibió la distribución de la leche no pasteurizada. Lo siguieron años de olvido y alguna ocupación clandestina.

Lo visitamos hoy, fin de semana de reapertura y nuestra experiencia no se acercó tanto a lo que esperábamos. Por un lado poder disfrutar de una opción vegana dentro de una propuesta gubernamental es muy positivo, mas aun si se tiene en cuenta que los puestos presentes son pocos. El lugar ademas cuenta con una huerta, que no pudimos averiguar si realmente tiene alguna finalidad o es solo para «visitar»; una pequeña kermesse con gran concurrencia de padres y chicos y un mini puesto de verduras y aceites orgánicos. Cumple lo que promete, comida, música y el disfrute del aire libre, pero la iniciativa de recuperar y resignificar un espacio histórico que se había perdido es a nuestro entender, lo mejor de la ecuación.

La oferta que Green Factory nos propone, único foodtruck vegano es algo cara y en comparación a lo que uno puede degustar en sus locales, pobre. Un solo tipo de hamburguesa ($100) y un chorivegano de seitan ($100) es todo lo salado que se puede comer. Podes acompañar con limonada ($50) y de postre un brownie ($50) y todo termina ahí. No tienen papas fritas ni gaseosas ni sobrecitos de aderezo.

Si bien el avance del veganismo es innegable y obviamente estamos felices de caminar unas cuadras y tener opciones, y por supuesto se entienden las limitaciones de las instalaciones, estos son puntos a tener en cuenta. A destacar el buen servicio y predisposición de la chica encargada, al igual que en los locales de Adrogue y Caseros. Y el lindo detalle de los stickers gratis de «Googlea Veganismo» y de «Miralatierra.com».

Creemos, aunque no lo sabemos a ciencia cierta, que poder ser parte de esta movida tiene un costo importante para cada foodtruck que se presenta. Eso no aplaca nuestro descontento al comparar precios teniendo en cuenta los costos de producción. No nos resulta impensable que se crea que comer vegano es caro ya que para un comensal omnívoro se puede vivir la «misma» experiencia comiendo una hamburguesa completa de cordero ($110) o un cono de nachos con cheddar ($35). Más allá de esto festejamos el ser parte de un movimiento que sigue creciendo y que se vivencia tambien en la cantidad de gente que estaba disfrutando su hamburguesa de lentejas.